sábado, 6 de agosto de 2016

UN ARTISTA EN VACACIONES… ¿Se puede?


El Festival chileno de Viña del Mar, es uno de los más pulcros y exitosos de Latinoamérica. Y siempre intenta estar al día con los grandes números que circulan por el mundo. Pero en una oportunidad, cohabitaron con la incómoda situación de que varios grandes números no podían ser contratados. Le escribieron a fulanito y estaba de gira. Llamaron a los menganitos y estaban grabando. Y también lo intentaron con el astro de la canción romántica, Luís Miguel, y la respuesta fue: “está de vacaciones”… Me quedé patidifuso... ¿Se puede hacer eso?... Era la primera vez que escuchaba que un cantor tiene “vacaciones”.



Y de un buen tiempo a esta parte, yo también me vi en la necesidad de “tener vacaciones”, zafarme de la vorágine de conciertos, conferencias, entrevistas... Y siempre elijo el mes de Enero. Vale decir, que cuando llegan propuestas en Noviembre o Diciembre pretendiendo algún evento para Enero, mi productora les dice: “el señor Daniel está de vacaciones”…Y todo lo pasan para Febrero. Y si alguna vez he tenido que cantar en Enero, habrá sido por algún contrato que no se pudo cristalizar en la fecha convenida y tuvieron que hacerlo forzosamente en el primer mes del año.



Pero si, el mes de Enero es MI mes de vacaciones. Lo aprovecho para hacer chequeos médicos, papeleos diversos e intentar hacer absolutamente nada. Pero para alguien que se la pasa creando y maquinando obras ¿puede haber vacaciones? Lamentablemente la respuesta es NO. Uno no puede dejar de estar urdiendo y conceptuando todo tipo de ejercicios artísticos, ya sea componiendo, escribiendo, ensayando, grabando, dibujando, diseñando… No le podemos decir a nuestra cabeza que deje de funcionar. No le podemos decir a nuestra imaginación que deje de esforzarse. Yo trato de hacer lo que hacen los abogados, contadores o arquitectos, o los alumnos y maestros, y trato de NO meterme en materia durante algunas semanas, encerrándome a ver tele, salir a caminar con mi novia o tratar de distraer la mente lo más que se pueda... Pero al final es inútil.


Ante esto, sólo puedo decir que alguien que se dedique a estas labores relacionadas con el arte, vive constantemente en la cárcel de la creatividad, es un preso inindultable, un condenado a la perpetua cadena de la creación y la confección de un cosmos mental del cual no puedes huir. Escapar de esos universos, sería como intentar escapar de la vida, sería como agonizar, como una especie de suicidio, y el suicidio nunca será una herramienta recomendable en un mundo tan necesitado de vida. De vida y de imaginación. (Daniel F)