martes, 26 de abril de 2016

SOBRE AUTO-PLAGIOS Y ANGURRIENTOS

Los juicios por plagio son terrenos fascinantes. Han quedado en los anaqueles de la historia casos tan sonados como los de George Harrison o Led Zeppelin. Pero que exista una denuncia "por plagiarse a sí mismo"... ya rebasa cualquier imaginación legal.



Y esto fue lo que ocurrió con John Fogerty, el genio detrás de las canciones de Creedence Clearwater Revival. A fines de los 60s e inicio de los 70s, la banda gozaba de multiplicados laureles, discos de oro y conciertos multitudinarios. El asunto terminó un poco de golpe tras serias desavenencias entre John y el mando ejecutivo de su productora (Fantasy Records) encarnada en el señor Saúl Zaentz, quien también fungía de dueño del material de la banda (cosa común en esos ambientes). Al romperse la sociedad (y deshacerse la banda) Fogerty entró a planos judiciales tratando de recuperar los derechos sobre sus composiciones. La pelea en los tribunales se extendía de manera tan desesperante, que impedía a John volver a su vida musical.


Tendría que llegar 1984 para que el hombre decidiera descansar un poco de tanto desquicio jurídico y firmar contrato con una nueva casa discográfica, la Warner Records. Es así que en Enero de 1985 sale "Centerfield", un exitoso disco que le devolvió el alma a Fogerty, volviendo a ser el número uno en las listas. Ante este súbito triunfo, el inmundo Saúl Zaentz lo demanda por "plagio", por una de las (exitosas) canciones que aparece en este disco: "The Old Men Down the Road", que -según Zaentz- es idéntica a "Run Through The Jungle", canción firmada por el mismo John Fogerty y que salió en el disco "Cosmo's Factory", de 1970... ¡Estaba demandándolo por copiarse a sí mismo!!...

El señor Zaentz, exigía 140 millones de dólares por la "afrenta", en un (absurdo) juicio que se estiró hasta 1993, año en que recién los jueces determinaron que el tan singular "plagio" sólo existía en la angurrienta cabeza del tal Saúl Zaentz.


Sobre la lucha legal entre Fogerty y la empresa que tenía sus canciones, todo se resolvió recién en el 2004, cuando Fantasy Records fue adquirido por Concord Records. Los nuevos jefes, con mayor tino y respeto, decidieron devolverle a John Fogerty sus derechos de autor y de publicación de todo el material que hizo con Creedence Clearwater Revival, cerrando así uno de los tantos capítulos oscuros que suelen rondar los pasillos del rock and roll. (Daniel F)

John Fogerty, entre el embeleso de su gente.