domingo, 25 de enero de 2015

UCHURACCAY... UNA HISTORIA SOBRE CORAJES Y MUERTE











Han pasado poco más de tres décadas, y hasta ahora no se llegó a alcanzar la tan ansiada justicia. Ocho periodistas, un desafortunado Guía y un comunero, fueron asesinados un 26 de Enero de 1983, en el poblado de Uchuraccay. Fueron a investigar una matanza en el poblado de Huaychao (Ayacucho) y encontraron que la muerte aún quería un poco más. Uchuraccay fue una de las primeras comunidades que se levantaron en contra de Sendero Luminoso. Y lo hicieron con lo poco que tenían a la mano: piedras, palos, herramientas de trabajo... y mucho, pero mucho coraje.


Juan de la Puente, en el portal de La República, nos dice que "Uchuraccay, antes y después de la muerte de los periodistas, fue objeto de acoso de Sendero Luminoso (SL) y luego del asesinato de los hombres de prensa, fue escenario de muerte por obra de terroristas, militares y rondas campesinas. En pocos meses fueron asesinados 135 miembros de una comunidad de 470 habitantes. El ensañamiento contra ellos fue espantoso. Según La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), fueron asesinados con hachazos, apedreados, acuchillados o ahorcados, y en varios casos los cuerpos arrojados en los cerros y comidos por los perros. Muchos ni siquiera fueron denunciados como desaparecidos".

Luego de aquel dramático episodio, los comuneros de Uchuraccay se vieron obligados al éxodo, y a mentir acerca de su origen. Habían quedado marcados como una "comunidad de salvajes y criminales", estigma que fue reforzado por la Comisión que encabezó Mario Vargas Llosa, quien dijo que "la población asesina actuó con salvajismo por sus condiciones marginales y de privación extrema"... Sin considerar que el Ejército tuvo también su homicida cuota de culpa, al empujar a esta pequeña Comunidad, a creer que "todo aquel que venga por tierra, es un terruco.... Los amigos, vienen por el aire".





Esta es una fecha para recordar no solo a Eduardo De la Piniella, Pedro Sánchez, Félix Gavilán, Willy Retto, Jorge Luís Mendívil, Jorge Sedano, Amador García y Octavio Infante, valientes periodistas que fueron en busca de la verdad, enfrentándose al terror sembrado por Sendero y a la paranoia estatal que ya comenzaba a hacer estragos en una población envuelta en dos fuegos. Sino también, es un día para recordar a Juan Argumedo y a Severino Huáscar Morales, guía y comunero que se vieron envueltos en una de las más crueles ejecuciones sumarias.

Pero también es una fecha para recordar a todas esas comunidades tan cruelmente golpeadas por la insania y la indiferencia, a todo ese "segundo Perú" que no parece importarle a casi nadie, comenzando por nuestras relajadas autoridades.

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La secuencia fotográfica que acompaña esta nota, son los últimos momentos del grupo de periodistas, inmortalizado por la cámara de Willy Retto, a sabiendas que podrían ser las últimas que tomaría en vida. Estas fotos fueron halladas meses después de los sucesos, permitiendo a las autoridades, amigos y familiares, tener una visión un poco más clara sobre esta terrible masacre.