domingo, 28 de septiembre de 2014

LOS GRANDES (pobres) MITOS DEL ROCK PERUANO


Una nota como para NO estar orgullosos


Estuve viendo el último especial sobre el rock peruano en Canal 7, vía el programa “Sucedió en el Perú”, donde la buena de Norma Martínez (soy su fan), que siempre se ha caracterizado por la rigurosidad y pulcritud en sus informes, esta vez, lamentablemente, fue vencida por la emoción de verse envuelta entre los sonidos y los cantos seductores de toda una generación de ruidosos, y terminó haciendo un blandengue capítulo que no colmó las expectativas. Es más, terminó redundando en grandilocuencias y en los clásicos Mitos (mentiras) que suelen rodear al rock peruano.

Se volvieron a decir cosas como que en los 60’s, “nuestra escena rockera era la más grande de Sudamérica”, que “los militares acabaron con el rock”, que “Velasco prohibió la edición de discos” o que la banda Los Mads “hicieron giras con los Rolling Stones” (¡!!)…. En fín, Mitos y Leyendas que uno ya los creía enterrados y olvidados, pero que siguen intentando revivir a fuerza de malsanas insistencias. Lo único que no se dijo (a menos que lo hayan dicho mientras yo contestaba el teléfono) fue el ridículo mito de “el punk se inventó en el Perú”… No, pueeesss…. Faltó rigurosidad y ser más despiadado con nuestra (pobre) realidad... Disfrazar la historia no ayuda en nada ni al presente ni al futuro.  ¡¿Hasta cuando?!

Quiero cerrar este pequeñísimo comentario, re-trayendo algo que escribí para el capítulo introductorio de “Por las Olvidadas Raíces del Punk Rock”, quijotesco librito que desafió justamente a esos monstruosos molinos de la mitología rockera nacional, así como a la patriotería más idiota de los más idiotas.


CUANDO LA SAGRADA BRÚJULA DE LA HISTORIA CAE EN MANOS DE ALGÚN PATRIÓTICO TROPEL DE RACIOCINIO POLICONTUSO

Lo único cierto acá es que nuestro rock vernáculo, lamentablemente, por muy bueno que haya sido, (por muy bueno que este sea), jamás figuró en ninguna marquesina internacional con la misma fuerza, importancia o influencia, como sí lo han tenido algunos de nuestros vecinos. Todo esto de arrastrar absurdas apetencias (como que el punk nació en el Perú), muy bien lo sabemos, no nos corresponden pero ni por asomo. Así pues, tomar la paternidad de corrientes tan fundamentales y ubicarlas geográficamente en un punto tan alejado de las brújulas de la historia, ha resultado, ante el mundo, en un cuadro poco más que patético.

Por eso, parafraseando a nuestro gran Vallejo, la madera de la paciencia se va apolillando, tío, y no tengo más remedio que ir al encuentro de los monstruos y recuperar un poco aquellas memorias que alguna entidad conspirativa (¿otra más?) o algún patriótico tropel de patoteros de raciocinio policontuso, a pretendido enterrar. Y lo pongo así, en blanco y negro, con más ánimo de divertirme que de agarrarme a puñetazos con algún invisible calabaza lanzador de bolas de nieve, pretendiendo que  -tal y como cantaron alguna vez los Who-  no quieran tomarnos por tontos otra vez.

De todas formas, sintonicen Canal 7 y busquen "Sucedió en el Perú", un extraordinario espacio que intenta hacer que el olvido deje de ser un perenne inquilino en este lindo país.