domingo, 18 de mayo de 2014

PAUL MCCARTNEY, el MITO QUE NO DESCANSA





ALGUNOS APUNTES EN TORNO A UNA FÁBULA QUE AÚN SIGUE CON VIDA

Esta nota sobre Paul McCartney, pensaba publicarla antes, solo que el aludido anunció su llegada (nuevamente) al Perú y me vi en la forzosa exigencia de no subir nada, puesto que se vería como una promocional y muy ‘oportuna’ nota (más) acerca de uno de los dos Beatles que aún quedan vivos (el otro es Ringo Star… digo, por si ya lo olvidaron).

Pero esto va por el lado en donde se guarecen aquellos que continúan con la absurda idea de que Paul McCartney, "el verdadero Paul McCartney, y no este farsante”, murió en 1966, en un accidente de auto, y fue reemplazado por un doble, tan igual, talentoso y beatle ‘como el original’… Por favor…

el libro que sacó más de una roncha...
Parte de esto lo publiqué en mi cuarto libro (“Por las Olvidadas Raíces del Punk Rock”, editorial Kipuy, 2013), que levantó una serie de desnivelados epítetos provenientes justamente del sector menos afortunado en esto de ser mediana o enormemente pensantes, frustrando una serie de mitos y creencias absurdas en torno al rock and roll y –más específicamente- en torno al supuesto origen peruano del punk rock (¿ah?!!), desvarío mental de alto octanaje que quedó enterrado, quedándonos sólo con el recuerdo de las risas y burlas que provocó esta escuálida apetencia a nivel mundial. 


Pues bien, entre estos mitos históricos (y ridículos), estaba justamente éste, donde al pobre de McCartney lo terminan matando en Diciembre del 66. Este rumor comenzó a girar con más fuerza, cuando un eyector de bolas de nieve llamado Tom, llamó a una radio y arrojó el supuesto. Dos días después, el periódico Míchigan Daily (una especie de Popular o diario Chuchi) hizo una nota donde revelaba “nuevas pruebas” que demostraban que Paul McCartney murió en 1966, y que fue reemplazado por un músico frustrado que, tras un montón de operaciones de cirugía plástica, quedó igualito que Paul. Un sujeto a quien le enseñaron a cantar con la perfección de Paul, a ser zurdo como Paul, a volverse un sublime bajista, a ser chistoso y ocurrente como Paul y –lo mejor de todo- a tener tanto talento como para poder escribir joyas como Hey Jude o Let it Be (entre cien más) siendo luego el solista más espectacular y formidable que la historia del rock haya conocido. Cosa fácil, ¿no?



Pero para que los crédulos de estas historias no se sientan tan mal, les digo que en realidad, el 18 de Diciembre de 1966, SÍ hubo una muerte que tenía conexión con los Beatles. Se trató de un aparatoso accidente de auto (un Lotus Elan, color blanco,  vehículo muy parecido al Aston Martin que solía manejar Paul) que le costó la vida al heredero del imperio Guinness, el joven Tara Browne, muy amigo de los 4 de Liverpool. Tras aquella irreparable desgracia, algunos curiosos y reporteros, viendo que aquel cadáver tenía un parecido físico con Paul McCartney (el tipo ya estaba medio desfigurado), viendo el hermetismo con que todo se llevaba a cabo, y viendo que alrededor había mucha gente allegada al círculo Beatle, comenzaron a rodar la bola que uno de los Beatles había chocado su auto y se había muerto. John Lennon inmortalizará este penoso incidente en una de sus canciones más bellas: “A Day in the Life”.


No dudo que los promotores y publicistas de la compañía que dependían del talento Beatle para seguir viendo sus bolsillos llenos, vieron en este rumor, el perfecto caldo para hilvanar toda una madeja de teorías y asertos que terminaron siendo graficados de mil maneras, en fotos “comprometedoras”, en las portadas de los discos, en las películas, en las letras de algunas canciones… Es decir, dando “pistas” interesantes como para que el curioso siga sumando “pruebas” y emociones, y pueda reforzar la ingeniosa idea de una supuesta muerte en el seno del grupo número uno del mundo, para seguir manteniendo el interés y las ventas. ¡Ni a Favre se le hubiera ocurrido!

Lo que no intuyeron estos magos de la publicidad, fue la longevidad de esta “conspiración”. Pues junto con la Conspiración Judía o el Complot Extraterrestre, el ocurrente “Paul está Muerto” es de las Teorías de la Conspiración más grandes y que ha sabido mantenerse ileso a lo largo de varias décadas, concitando nuevos adeptos y nuevos detractores, quienes hasta el día de hoy, siguen formulando “nuevas pruebas” o nuevas desmitificaciones, según el bando en que estés, al punto de seguir leyendo las más risibles ocurrencias en Internet, como: “Yo soy beatlemaniaco, pero ni cagando voy a ver a ese embustero. El verdadero Paul murió hace años. Y este que viene, no es más que un sustituto”. …Mierda ¿dónde puedo conseguir sustitutos así?...

Pero bueno, como siempre lo digo, primero, antes que creer en cualquier chistosada que pretenda endilgarnos algún infradotado, es preferible pensar un poquito más las cosas, antes que termines cayendo en las garras de la burla más infame o en el lapidante bullying de la ecuanimidad.


"Muchachos, les juro que no he muerto!"